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Importancia de las proteínas

Revista Genética Canina by Revista Genética Canina
12 de enero de 2021
in nutrición
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proteínas para perros
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La genética marca los topes máximos que pueden alcanzar los perros en altura, corpulencia, salud, etc., pero los animales no pueden conseguir estas mejores expectativas de desarrollo y de salud si los factores ambientales no les son totalmente propicios. Y de esos factores, el más importante junto con la vigilancia sanitaria y la atención veterinaria, es la alimentación. Cada tendón, cada célula, cada parte del perro proviene de lo que come y la calidad de su vida no será mejor que la calidad de sus alimentos. La raíz de la excelencia es el consumo de nutrimentos adecuados y debidamente conjuntados en calidad y en cantidad.

Nutrir es muy diferente que comer. Comer es simplemente saciar el apetito. La nutrición, según el diccionario es: “El conjunto de fenómenos de intercambio entre el organismo y el medio ambiente que permiten al ser vivo asimilar sustancias que le son extrañas y que pueden, también, generar energía”. El conocimiento de los principios de la nutrición básica y de las necesidades nutricionales específicas de los perros sanos y en cada edad, forma parte integral de las prácticas correctas de alimentación. Una comprensión elemental de los cimientos de la nutrición es una exigencia previa forzosa para poder diseñar la alimentación de los animales y tomar las decisiones adecuadas a cada momento nutricional. Las necesidades de un cachorro no son las mismas que las de un perro viejo,  el daño que puede presentar un cachorro por falta de elementos necesarios puede ser irreversible.

La expresión nutrición no se refiere solamente al estudio de los alimentos, sus nutrientes y los diversos componentes que contengan, se refiere también a las acciones concretas que cada nutriente ejecuta en el cuerpo del perro, sus interacciones y su equilibrio. Es decir, también el examen del modo en que cada animal ingiere, digiere, absorbe y utiliza los nutrientes en cada período de su vida.

Tabla de Contenido

  • Qué son los nutrientes
  • Calidad de la alimentación
  • Las proteínas 
    • · Arginina:
    • · Histidina:
    • · Isoleucina:
    • · Leucina:
    • · Valina:
    • · Lisina:
    • · Metionina:
    • · Fenilananina:
    • · Triptófano:
    • · Treonina:
    • · Alanina:
    • · Asparagina:
    • · Aspartato:
    • · Cisteína:
    • · Glutamato:
    • · Glutamina:
    • · Glicina:
    • · Hidroxilisina:
    • · Hidroxiprolina:
    • · Prolina:
    • · Serina:
    • · Tirosina:
  • Relacionando esto con las proteínas intentaremos que los alimentos proteínicos contengan:
  • Valor biológico del producto
  • Comparando los tipos de proteínas podemos señalar:
  • Desequilibrios protéicos 
  • Estas deficiencias proteicas pueden deberse a:
  • Puntos
  • Recomendaciones en nutrición del esfuerzo:

Qué son los nutrientes

Son elementos simples que deben formar parte de la ración alimenticia del perro en proporciones ideales para mantener la salud. El perro debe consumirlos diariamente. Sabemos que existen unos cincuenta nutrientes esenciales para el perro. La calidad de la alimentación depende de la buena combinación y proporciones de esos nutrientes.

Existen diversas maneras correctas de alimentar a nuestros perros. Despreciando la manera tradicional de alimentarlos de sobras, lo que culturalmente convirtió a nuestro animal de compañía por antonomasia en un basurero, hay otras maneras de hacerlo.

Aparte de la forma tradicional de alimentos cocinados, similar a la humana, está la relativamente nueva de imitar  los orígenes manteniéndolo con comida cruda y con alimentación comercial, bien sea seca, húmeda o semihúmeda, aparte de las diversas combinaciones entre ellas.

El competitivo mercado actual pone a nuestra disposición un amplio abanico de alimentos comerciales. Estos productos se pueden adquirir en supermercados, petshop y clínicas veterinarias. Presentan una gran variedad en cuanto a la fórmula de sus componentes nutritivos, digestibilidad y sabor, así como su forma, textura y aroma. Esta gran cantidad de productos, junto con la publicidad comercial y las falacias sobre nutrición, crean una gran confusión entre profesionales y aficionados sobre la nutrición ideal de sus animales de compañía. Unos conocimientos básicos de los fundamentos de la nutrición son requisitos indispensables para poder evaluar las necesidades de nuestras mascotas.

Hay dos factores a considerar con respecto a la asimilación de los alimentos y que no varían nunca: los procesos del cuerpo y la calidad de los alimentos. Detrás de los procesos del cuerpo está nuestra herencia genética, es decir, las funciones de nuestro cuerpo están en relación con la información genética programada en cada célula. La herencia genética, según el antropólogo Richard Leakey, se remonta a cientos de miles de años. Los procesos metabólicos fundamentales, que convierten los alimentos en sustancias y energías para todos los seres vivos, no han variado ni un ápice en todo este tiempo.

El perro ha compartido con el ser humano la misma evolución de las técnicas de alimentación. Desde que hace 12 ó 14.000 años el hombre empezó a domesticar y a modificar a las plantas, inventando la agricultura, y a los animales, domesticándolos y modificándolos también hasta conseguir con ambos las variedades actuales, el perro, que ya coexistía con nosotros, fue partícipe de nuestros cambios dietéticos ya que se alimentaba exclusivamente de nuestros restos de comida. Esto durante los 12 ó 14.000 años que como mínimo llevamos juntos. Paralelamente a las mejoras que conseguíamos con plantas y animales también fue cambiando nuestra manera de cocinar, la higiene alimentaria, los conocimientos sobre nutrición y sin embargo nuestros sistemas digestivos no han sufrido modificaciones importantes; nuestros lejanos antepasados tenían exactamente el mismo sistema digestivo que nosotros, sus civilizados descendientes. Lo mismo podemos decir de nuestros perros. Su sistema digestivo es exactamente igual que cuando, con la domesticación, empezaron a sufrir la misma evolución alimenticia que nosotros. 

Lo que es indudable es que fue un cambio a mejor, que supuso un aumento de la longevidad, de la talla. Entonces, qué ha cambiado. Ha cambiado en calidad y diversidad las variedades vegetales y animales que son nuestro soporte alimenticio y también la manera de manipularlos, tanto mecánica como químicamente. La técnica moderna nos permite hacer que nuestras mascotas participen en nuestros adelantos técnicos.

Calidad de la alimentación

Esto nos conduce al segundo factor de la asimilación alimentaria: la calidad de la alimentación. En libertad, los cánidos comen, como es obvio, lo que encuentran o pueden cazar, y más el perro, que es un carnívoro oportunista; en libertad no comería sólo lo que consideramos parte noble de la carne: para su adecuada alimentación necesitaría complementar con las vísceras de sus víctimas, con todo lo que esto conlleva de problemas de infecciones parasitarias, así como también determinadas bayas y frutos como complemento o en etapas de carencia de caza. Es una alimentación de supervivencia, no simplemente de apetencia. ¿Ha visto alguna vez un perro que roa el hueso antes de comerse la rica carne? Ningún perro come primero el hueso y después la carne, sobre todo si está hambriento; primero come la carne y después se dedica al hueso y si le pones a elegir entre carne y el hueso, ¡come la carne y deja el hueso!

En su larga historia compartida con el ser humano, de subordinación, servicio y compañía, el perro siempre ha sido, nutricionalmente considerado, no un carroñero, sino un basurero que comía los desperdicios que encontraba o, si tenía mucha suerte, de lo que le sobraba a su dueño. Es decir, o desperdicios, o caprichos. Pocos eran los que tenían la fortuna de recibir una comida específica, quizá por falta de medios o de conocimientos de sus dueños. 

Actualmente eso ha terminado, por suerte. Hoy en día nuestros perros se sustentan de alimentos comerciales creados especialmente para ellos, y que cubren las necesidades peculiares de cada edad, tamaño e incluso actividad. Esto nos lleva a considerar que la alimentación comercial de calidad es superior a la que el animal tomaría en plena libertad.

Las personas que elijan alimentar a sus perros preparando ellos sus comidas, sean estas comidas cocinadas o crudas, tiene la responsabilidad de aprender la suficiente nutrición básica como para que cubra como mínimo sus necesidades.

Las proteínas 

Las proteínas, hidratos de carbono y grasas bien conjuntados, más los alimentos no calóricos, se interrelacionan entre sí sin perder su propia identidad, favoreciendo los nutrientes esenciales (aminoácidos esenciales, ácidos grasos esenciales, vitaminas) la propia utilización y asimilación, la del conjunto y la de elementos no esenciales. Entre todos forman un conjunto nutricional perfecto.

La proteína puede considerarse el ingrediente más importante de la dieta, ya que es ella la que contribuye a la formación del cuerpo. La proteína es el elemento constructor en toda la naturaleza, desde el insecto más pequeño y microscópico, hasta del árbol más gigantesco. Pero no hay que olvidar además que, para facilitar la asimilación de proteínas en el cuerpo se necesitan hidratos de carbono, grasas, minerales, fibras, vitaminas. Ninguna de estas sustancias se puede formar por sí misma y pocas a partir de las demás. Forman realmente equipo y logran éxitos en el cuerpo cuando están todas disponibles a un mismo tiempo. Las comidas deben ser lo más completas posibles, pero es de primordial importancia ingerir proteínas en la cantidad y calidad adecuadas.

Las proteínas son tan especiales por un elemento que les da sus cualidades y que marca la diferencia con los hidratos de carbono y con las grasas: el nitrógeno. Simplificando, cada molécula de las proteínas (cada aminoácido) está formada por cuatro elementos principales: carbono, hidrógeno,  oxígeno y  nitrógeno. El resto de las sustancias alimenticias calóricas está formado por las tres primeras. Por eso los alimentos abundantes en proteínas son llamados también ricos en nitrógeno o nitrogenados. Sorprende que un átomo de nitrógeno pueda imprimir calidad constitutiva a la molécula de proteína.

Las proteínas participan en muchas cosas a la vez. El alimento nitrogenado es la base de la formación de cada célula del cuerpo, se encuentra prácticamente en todas partes. La proteína forma parte del pelo, de las uñas, de la piel, de las enzimas, está en el sistema nervioso, en el cerebro, en los músculos, en el hierro que hay en las células rojas de la sangre, la hemoglobina, al igual que en las hormonas que controlan las funciones del cuerpo. Una proteína, la albúmina, recoge los productos residuales del cuerpo y procede a su eliminación, sin ella el cuerpo se hincharía y sería víctima de una intoxicación. 

Los anticuerpos que el cuerpo fabrica para combatir a las bacterias y virus están compuestos de proteínas. Y como colofón, las proteínas, en caso necesario, se pueden convertir en energía o su exceso en grasa. El equilibrio entre los alimentos energéticos y los proteicos es esencial. Toda insuficiencia de energía puede llevar al cuerpo a gastar sus proteínas en lugar de reservarlas a su función plástica.

Las proteínas son grupos unidos de aminoácidos que se conectan entre sí por medio de uniones pépticas. Cualquier cambio en la cantidad de los aminoácidos esenciales cambiará el “valor biológico” de las proteínas. 

Determinadas proteínas son deficientes de algún aminoácido o carente de él o ellos, pero mediante el añadido de esos aminoácidos las proteínas de bajo valor nutritivo resultan adecuadas. El organismo puede emplear exclusivamente los aminoácidos para sintetizar las proteínas del cuerpo.

Los aminoácidos o moléculas de proteínas son veintitrés, de los cuales el cuerpo no puede crear diez y, en determinadas circunstancias, otro más:

· Arginina:

reduce los niveles de amonio en sangre, desintoxicando y mejorando la capacidad aerobia, activa la síntesis proteica y la metabolización de las grasas.

· Histidina:

se puede considerar un aminoácido semiesencial, ya que los adultos suelen producirla en cantidades adecuadas, pero no los cachorros. Es un precursor de la histamina, una sustancia liberada por las células del sistema inmune durante las reacciones alérgicas.

· Isoleucina:

ver valina

· Leucina:

ver valina

· Valina:

aminoácido ramificado. Los tres aminoácidos ramificados, leucina isoleucina y valina actúan previniendo el catabolismo proteico durante el ejercicio y favoreciendo el aumento de masa muscular. La vitamina B6 actúa como catalizador

· Lisina:

necesaria para la síntesis de las proteínas así como para el metabolismo de los carbohidratos y los ácidos grasos. Puede mejorar la producción de energía y la utilización del calcio

· Metionina:

aporta azufre y otros compuestos que necesita el organismo para un metabolismo y un crecimiento normales. Pertenece también a un grupo de compuestos llamados lipotrópicos, sustancias químicas que ayudan al hígado a procesar las grasas (lípidos).

· Fenilananina:

participa en la fabricación de catecolaminas, sustancias químicas del organismo que pertenecen a los neurotransmisores fabricados por las células nerviosas. Mejoran el paso del impulso nervioso entre las neuronas y de otras células.

· Triptófano:

esencial para que el cerebro segregue serotonina que es un neurotransmisor cerebral. Ayuda a controlar la agresividad debida a tensión nerviosa por ansiedad y a la formación de vitamina B3 o niacina.

· Treonina:

aminoácido glucogénico, ya que puede convertirse en glucosa sanguínea y en glucógeno hepático a partir de diferentes vías.

Los doce restantes se pueden obtener a partir de los esenciales si hubiera necesidad de ello. Estos últimos son:

· Alanina:

utilizado por el organismo para sintetizar proteínas

· Asparagina:

interviene en los procesos metabólicos del sistema nervioso central

· Aspartato:

junto con el glutamato, el principal neurotransmisor de la corteza cerebral.

· Cisteína:

uno de los pocos aminoácidos que contienen azufre. Esto le permite formar enlaces especiales y mantener la estructura de las proteínas en el organismo. La cisteína es un componente del antioxidante glutatión. La cisteína también se usa en el organismo para producir taurina, aminoácido esencial para los cachorros.

· Glutamato:

es un elemento vital para el metabolismo y para el funcionamiento del cerebro. Se usa como saporizante.

· Glutamina:

aminoácido esencial condicionado. Constituye el 60 % de los aminoácidos libres del músculo. Anticatabólico, estimula la síntesis proteica, el sistema inmune y el metabolismo. Se asocia con la creatina, la taurina y el HMB.

· Glicina:

constituyente de las purinas. Ayuda a aumentar los niveles de serina.

· Hidroxilisina:

previene la pérdida de masa ósea.

· Hidroxiprolina:

igual que la hidroxilisina.

· Prolina:

está involucrada en la producción del colágeno. Está también relacionada con la reparación y mantenimiento de los músculos y huesos.

· Serina:

interviene en la desintoxicación del organismo, en el crecimiento de tejido muscular, en el metabolismo de las grasas y de los ácidos grasos.

· Tirosina:

favorece la transmisión de los impulsos nerviosos. Eleva la tasa metabólica y mejora la aptitud para desarrollar esfuerzos físicos.

A esto tenemos que añadir un último aminoácido atípico: la taurina. La taurina es considerada un “aminoácido esencial condicionado o convertible en esencial”. Es, después de la glutamina, el aminoácido libre más abundante en los tejidos musculares, recalcándose su importancia en el músculo cardiaco, donde comprende más de 50 % del total. No se encuentra en los vegetales, los alimentos de mayor contenido en taurina son la carne y el pescado. El organismo la sintetiza a partir de los aminoácidos metionina (esencial) y cisteína, necesita de la vitamina B6 como coenzima de la reacción enzimática. 

El ejercicio intenso y las situaciones de estrés provocan disminución de este aminoácido en el organismo, lo mismo se ha comprobado en perros mayores, por lo que puede considerarse un agente antienvejecimiento. También es antioxidante.

Esto nos lleva de lleno a la calidad de los alimentos que hay que añadir al conjunto bioquímico.

Cuando se come un trozo de carne es claro que no circula por la sangre en forma de filete. El cuerpo tiene la capacidad de descomponer la carne en partes más pequeñas incorporándolas al animal según sus necesidades. Estas partes pequeñas son los ya mencionados aminoácidos. De estos veintidós aminoácidos pueden existir infinidad de combinaciones que, según estén formadas tendrán características diferentes, por ello una célula roja de la sangre es distinta a otra del pelo o de la piel, igual que el perro es distinto a cualquier otro animal o cosa viviente. La naturaleza ha desarrollado esta maravillosa propiedad a través de millones de años.

La principal diferencia entre las distintas marcas comerciales de alimentos es la procedencia de la proteína y el valor biológico de la misma. Según sea su calidad, así las asimila el organismo. Las mejores son las que tienen su origen en el huevo, después las estrellas son las procedentes de la leche, la carne y el pescado. Entre las de origen vegetal la reina es la soja, pero el valor biológico de esta leguminosa es menor que las anteriormente nombradas por falta del aminoácido metionina. Normalmente se complementa con harinas de gluten de maíz y de otros cereales, deficientes en lisina y triptófano, pero que se complementa idealmente con la soja y con otras leguminosas.

Relacionando esto con las proteínas intentaremos que los alimentos proteínicos contengan:

· Porcentajes suficientemente altos de proteína

· Equilibrio en éstas de los aminoácidos esenciales

Hay que destacar que, si falta o está en cantidad insuficiente uno solo de los aminoácidos esenciales no será posible sintetizar ninguna de las proteínas en la que sea componente dicho aminoácido. Esto puede dar lugar a diferentes tipos de desnutrición, según cuál sea el aminoácido limitante.

Los aminoácidos limitantes son aquellos aminoácidos esenciales indispensables que siendo de forzosa ingestión para formar nuestros tejidos no están en absoluto en la proteína ingerida o lo están en menor cantidad de la requerida. El valor biológico de una proteína se puede aumentar de una manera muy sencilla y barata mezclándola con otra que complemente sus aminoácidos esenciales.

Los tres aminoácidos que con más frecuencia son limitantes: la metionina, el triptófano y la lisina.

Valor biológico del producto

· Huevo: 100

· Leche: 92 (el 80% de las proteínas de la leche son caseínas)

· Pescado (en harina): 92

· Hígado: 79

· Vacuno: 78

· Soja: 67 (baja en metionina, muy rica en lisina)

· Carne (harina): 50 (según varían los componentes)

· Trigo: 48

· Maíz: 45

· Gelatina: 0 (no contiene nada de triptófano)

· Ejemplo de combinación: hígado (79)+soja (67): la media es 73, pero el valor biológico es 92

Como vemos la combinación de dos alimentos da un valor biológico superior al de cada uno de ellos y a la media de la suma de los dos. En este caso hemos combinado hígado y soja. Pero lo normal es combinar una legumbre como la soja, o carne, pescado o huevos, con cereales.

El déficit de aminoácidos esenciales afecta mucho más a los cachorros, jóvenes en crecimiento y hembras gestantes o en lactación que a los adultos.

Puesto que sólo asimilamos aminoácidos y no la proteína completa, es decir, los aminoácidos de la proteína, el organismo no puede distinguir si estos aminoácidos provienen de proteínas de origen animal o vegetal o si el alimento es “natural” o “comercial”.

Comparando los tipos de proteínas podemos señalar:

· Las proteínas de origen animal son moléculas mucho más grandes y complejas, por lo que contienen mayor cantidad y diversidad de aminoácidos. 

En general, su valor biológico es mayor que las de origen vegetal. Como contrapartida son más difíciles de digerir, puesto que hay que romper mayor número de enlaces entre aminoácidos.

· Combinando adecuadamente las proteínas vegetales (legumbres con cereales, o cereales o legumbres con lácteos o huevos o carne o pescado) se puede obtener un conjunto de aminoácidos equilibrado con más valor biológico que cada una de las partes independientemente considerada y que la media: aquí 2 + 2 no es igual a cuatro. Por ejemplo, las proteínas del arroz contienen todos los aminoácidos esenciales, pero son escasas en lisina. Si las combinamos con lentejas o garbanzos, abundantes en lisina, la calidad biológica y aporte proteico resultante es mayor que el de la mayoría de los productos de origen animal. Si combinamos soja con cualquier tipo de carne o pescado, el producto resultante equivaldrá casi al valor biológico del huevo: el alimento considerado por su valor biológico el referente máximo.

· Así pues, las proteínas de los cereales son en general rigurosamente deficientes en lisina, mientras que las de las leguminosas lo son en aminoácidos azufrados (metionina y cisteína) Las proteínas animales tienen en general composiciones más próximas a la considerada ideal.

Otro punto muy interesante a considerar es el de la cantidad de proteínas necesarias en una buena dieta canina. En principio cuanto mayor es el valor biológico de una proteína, menor cantidad de ella es necesaria en la dieta. El perro necesita aproximadamente entre un gramo de proteína de calidad (de alto valor biológico) por kilogramo de peso, a algo más de tres gramos cuando la proteína es de baja calidad. Es necesario un poco más (muy poco) en situaciones críticas, embarazo, crecimiento, temperaturas extremas, exceso de ejercicio, etc., y un poco menor en perros sedentarios.

En estos casos se cumple la máxima que dice: “Más no es mejor”. El exceso de proteínas, aparte de que hace trabajar excesivamente los sistemas de eliminación del organismo, se convierte en energía, haciendo la misma labor que los carbohidratos y las grasas.

Es raro un alimento comercial que no contenga por lo menos un 20% de proteínas. Realmente está muy bien que el etiquetado nos diga la cantidad de proteínas, “pero lo deseable sería que nos dijeran la cantidad de proteínas de alto valor biológico que contienen por cada cien gramos”. Teniendo esta información en la mayoría de los casos, bastaría con un 18% de proteínas con las cuales repararíamos los tejidos desgastados y tendríamos la posibilidad de crear otros nuevos en los casos de crecimiento, musculación, etc. Así pues hay que “enriquecer”, dar calidad, o aumentar el valor biológico de las proteínas que toman nuestros perros, antes que aumentar su cantidad.

Análisis fiables de los principales productos comerciales nos muestran que la cantidad de aminoácidos esenciales es correcta, aunque se detecta una ligera deficiencia del aminoácido esencial lisina. En este caso es conveniente añadir una fuente cárnica, de pescado o de huevo adicional de lisina para enriquecer y equilibrar los alimentos de los animales de compañía.

Desequilibrios protéicos 

Como mencionábamos antes, normalmente se tiende a dar una cantidad excesiva de proteínas en la alimentación canina sin tener en cuenta que hay que buscar más la calidad que la cantidad. De un consumo excesivo de proteínas puede resultar daños renales, obesidad e incluso una aceleración del envejecimiento.

Por otra parte la aportación insuficiente puede dar lugar a crecimientos reducidos o retardados en los cachorros, peso insuficiente, menor actividad, colores de pelo y pigmentaciones que no alcanzan su intensidad total y una menor producción de leche en las perras lactantes.

Estas deficiencias proteicas pueden deberse a:

· Cantidad inadecuada de alimentos.

· Poca calidad o falta de digestibilidad.

· Utilización de las reservas de proteínas como elemento energético en sustitución de las grasas y de los hidratos de carbono.

· Poca cantidad de proteínas en la comida.

· Dificultades para absorber o digerir esa proteína.

· Enfermedades

Puntos

· Las proteínas son elementos plásticos, estructurales y reparadores.

· Forman las enzimas, hormonas, anticuerpos, etc.

· Cuatro kilo-calorías por gramo.

· A más masa muscular más necesidad de proteínas ¡ojo con los perros que hacen mucho ejercicio!

Recomendaciones en nutrición del esfuerzo:

· Acercarse a los dos gramos de proteína de calidad por kilo de peso al día.

· La cantidad de proteína debe ser superior al 20 %, con preferencia de origen animal.

Dr. George M. Briggs, PhD

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