Las causas de alopecia en perros son numerosas e incluyen infecciones como: (foliculitis bacteriana,dermatofitos, demodicosis, leishmaniosis), alopecia auto-inflingida (hipersensibilidad o parasitismo), endocrinopatías, displasias foliculares, etc.
El crecimiento del pelo, está influenciado, entre otras causas, por las hormonas gonadales, tiroideas, adrenales, pituitarias y pineales.
Los excesos, las deficiencias y los desequilibrios hormonales han sido incriminados en una gran variedad de síndromes clínicos en los perros.
En endocrinopatías (como hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo, hiperestrogenismo y enanismo hipofisario) la implicación hormonal se entiende bien y estos trastornos están relativamente bien caracterizados clínicamente.
Sin embargo, otros trastornos alopécicos pueden parecerse clínicamente a endocrinopatías (como la alopecia recurrente de los flancos, la alopecia X, la alopecia por dilución color y otras displasias foliculares).
En muchos casos, el diagnóstico definitivo puede resultar más difícil de establecer.
El objetivo de este artículo es proporcionar al clínico un enfoque práctico a las alopecias caninas, especialmente las alopecias simétricas no pruriginosas.
Tabla de Contenido
Aproximación clínica de alopecia
La alopecia es un motivo muy frecuente de consulta y requiere iniciar un camino diagnostico riguroso para llegar a determinar su etiología.
Esto empieza con una reseña y una anamnesis completa y también un examen físico general con el fin de detectar una anormalidad presente en otros órganos.
Una historia de poliuria-polidipsia, la presencia de un abdomen péndulo o genitales anormales (como asimetría testicular o criptorquidia y agrandamiento vulvar) pueden influir considerablemente las metodologías diagnosticas que serán seleccionadas.
La anamnesis y el examen clínico dermatológico deben permitir al clínico confirmar y excluir la presencia de prurito.
Si este está presente, debe ser investigado primero. Si el prurito está ausente o es mínimo, entonces se debe determinar si el patrón de alopecia es focal, difuso y simétrico.
También se debe buscar la presencia de inflamación y cualquier tipo de lesiones como pápulas, pústulas o collaretes epidérmicos.
Si estas lesiones cutáneas están presentes, los raspados de piel, la citología y los cultivos para dermatofitos deben ser realizados.
Si el prurito, la inflamación o cualquier otra lesión primaria están ausentes, el siguiente procedimiento diagnóstico más pertinente para realizar estará dado por la edad de inicio de la enfermedad, la raza y el estado sexual.
Reseña y anamnesis
La edad del perro en el momento de la aparición de la alopecia, el tiempo de desarrollo de la alopecia, su resolución espontánea o su progresión, y la presencia de un patrón cíclico ayuda en la recopilación y enlistamiento de posibles diagnósticos diferenciales.
Edad al iniciar la alopecia
La edad del paciente al iniciar la alopecia es un dato fundamental. Muchos trastornos tienen una edad de inicio que es bastante predecible (por ejemplo, alopecia congénita: presente al nacer; demodicosis generalmente <1 año; hipotiroidismo >3 años; hiperadrenocorticismo> 6 años).
Raza
La raza también es importante, sobre todo para algunas enfermedades que tienen una predisposición de razas como la adenitis sebácea, la alopecia-X, la alopecia en patrón y la alopecia recidivante de los flancos.
Sexo
El sexo y la condición de entero o castrado predisponen a algunas endocrinopatías particularmente al hiperestrogenismo debido a tumores de células de Sertoli, o tumores o quistes ováricos en hembras.
Color del pelaje
El color del pelaje puede proporcionar información útil para orientar al diagnóstico (por ejemplo, la alopecia por dilución de color y la displasia folicular del pelo negro).
Evolución de la alopecia
La velocidad de progresión puede ser rápida (días a semanas como en la alopecia recidivante de los flancos) o lenta (meses con las endocrinopatías).
Eventos pasados pueden ser causa de una alopecia actual. El efluvio telógeno suele aparecer algunas semanas después de eventos fisiológicos (como el parto) o eventos patológicos (como enfermedad sistémica grave o cirugía).
La falta de crecimiento piloso luego de un corte de pelo puede deberse a una endocrinopatía (como hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo o alopecia X).
La remisión espontánea ocurre generalmente con la alopecia recidivante de los flancos, el efluvio telogeno y la alopecia post-rasurado (arresto folicular) no secundario a endocrinopatías.
Tratamientos anteriores y respuesta
Es fundamental conocer cuáles medicamentos se han empleado, incluyendo los medicamentos tópicos, y evaluar su respuesta.
Una terapia reciente con corticoides puede interferir con los resultados de bioquímica y biopsias cutáneas.
Comportamiento general
Además, debemos también obtener datos referidos al comportamiento general del perro. Una actitud apática y sedentaria es frecuente en el hipotiroidismo.
La presencia de poliuria, polidipsia y polifagia es sugestiva de hiperadrenocorticismo.
Métodos diagnósticos de alopecia
Si no se obtiene un diagnóstico definitivo a partir de los datos de reseña, de la anamnesis y del examen clínico, entonces se deberán seleccionar las metodologías diagnosticas más adecuadas para las enfermedades sospechosas.
La hematología, bioquímica y análisis de orina suelen ser útiles para evaluar el estado de salud general en perros adultos con alopecia difusa o si se sospecha una enfermedad sistémica.
Las pruebas hormonales deben efectuarse si los signos clínicos y los resultados de análisis de sangre y de orina sugieren una endocrinopatía.
En cambio, la biopsia de piel puede ser el único procedimiento diagnóstico que se realiza si hay una fuerte sospecha de adenitis sebácea.
Alopecia congétina
La ausencia focal o difusa de pelo al nacimiento se encuentra con poca frecuencia en diferentes razas.
La alopecia congénita suele asociare a otros defectos en tejidos derivados del ectodermo como los anexos cutáneos (glándulas apocrinas, ecrinas y uñas) y los dientes.
Además, es una característica en algunas razas seleccionadas para este aspecto, como el perro sin pelo mexicano (Xoloitzcuintle), el perro sin pelo del Perú y el perro crestado chino.
Este fenotipo de razas sin pelo es clasificado como displasia ectodérmica porque estos perros también carecen de ciertas piezas dentarias o las poseen pero con formas anómalas.
Este defecto ectodérmico se hereda como un rasgo autosómico monogénico semidominante ligado al cromosoma 17 en estas tres razas.
Los perros heterocigotos para la mutación son sin pelo, los hermanos homocigotos normales tienen una capa normal y los perros homocigotos para la mutación mueren durante la embriogénesis.
Endocrinopatías
Una etiología endocrina se debe sospechar en perros con hipotricosis o alopecia simétrica bilateral y no pruriginosa, la falta de crecimiento del pelo después del corte, una hiperpigmentación cutánea y la presencia de comedones, particularmente si están presentes los signos clínicos sistémicos.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo es una endocrinopatía común del perro. Sin embargo, debido a los signos clínicos polisistémicos y a menudo vagos, y también a la falta de una prueba diagnóstica perfecta hacen que el hipotiroidismo sea comúnmente diagnosticado en forma errónea en esta especie.
Etiopatogenia
La causa más común de disfunción tiroidea canina es la tiroiditis linfocitica hereditaria. Las hormonas tiroideas tienen una miríada de efectos fisiológicos que son necesarias para el metabolismo celular normal. Ellos estimulan la eritropoyesis, y regulan tanto la síntesis de colesterol y su degradación.
Las hormonas tiroideas son necesarias para la iniciación de la fase anágena de los folículos pilosos y la regulación del proceso de queratinización, la secreción de las glándulas sebáceas, y el control de la flora bacteriana.
El hipotiroidismo es más frecuente en perros de raza pura de tamaño mediano y grande con un desarrollo de signos clínicos entre 3 y 6 años de edad. Varias razas tienen un riesgo mayor de desarrollar hipotiroidismo.
Presentación clínica:
El hipotiroidismo se caracteriza por un gran número de signos clínicos que afectan a la piel y otros sistemas:
• Frecuentes: pelaje seco, opaco y quebradizo; escama; falta de crecimiento del pelo después del corte; alopecia en el puente de la nariz, la cola y áreas de fricción; hiperpigmentación; ganancia de peso / obesidad (sin polifagia), letargia y falta de alerta mental.
• Poco frecuentes: Pioderma; hipotricosis troncal; mixedema facial (expresión facial trágica), debilidad, intolerancia al ejercicio, intolerancia al frío.
• Raros: alopecia troncal; otitis ceruminosa, bradicardia, hipotermia, trastornos oculares, trastornos reproductivos, parálisis facial, coma mixedematoso.
Ninguno de los signos clínicos son patognomónicos de hipotiroidismo, y su aparición es generalmente gradual e insidioso.
El hipotiroidismo congénito es muy raro y da lugar a enanismo desproporcionado (con disgénesis epifisaria), macroglosia, retraso de la erupción dental y cretinismo, además de los signos clínicos habituales. En un contexto clínico, el hipotiroidismo es prácticamente inexistente en perros de menos de dos años de edad.
Diagnóstico:
De las numerosas pruebas diagnósticas actualmente disponibles para evaluar la función tiroidea, no hay una sola que sea óptima. Cada prueba tiene sus ventajas y limitaciones que deben ser conocidos, y hasta ahora ninguna puede confirmar o descartar hipotiroidismo en todos los casos.
Consecuentemente, el hipotiroidismo es a veces difícil de diagnosticar (o excluir) con confianza.
Al evaluar la función tiroidea en un perro, el médico debe: (1) seleccionar a los pacientes con signos clínicos y edad (> 2 años) que son compatibles con el hipotiroidismo; (2) tener en cuenta los diversos factores (como las drogas y las enfermedades extra tiroideas) que pueden alterar los resultados de las pruebas; (3) posponer, si posible, la evaluación de la función tiroidea hasta la resolución de la enfermedad o la retirada del fármaco; (4) enviar las muestras a un laboratorio que ha validado estas pruebas para perros y ha establecido valores de referencia.
En el presente, el diagnóstico definitivo de hipotiroidismo se hace con una combinación de signos clínicos y resultados de pruebas tiroideas específicas compatibles conjunto a una respuesta exitosa a largo plazo a la suplementación con levotiroxina.
Los resultados de las pruebas de función tiroidea (y la respuesta al tratamiento) en los perros deben ser interpretados con cuidado, y siempre con una buena dosis de escepticismo.
Si hay discordancia entre los resultados de dos ensayos (por ejemplo T4 total y TSH) o si los resultados se encuentran en la zona gris, es preferible hacer de nuevo las pruebas algunas semanas o algunos meses más tarde, o realizar pruebas adicionales (como T4 libre, AATg o prueba de estimulación con TSH recombinante).
La medición de AATg, T4 libre y TSHc está recomendada en perros reproductores de razas con riesgo elevado de desarrollar hipotiroidismo (certificación en América del Norte, www.offa.org) con el objetivo de eliminar formas hereditaria de tiroiditis.
Tratamiento:
El tratamiento del hipotiroidismo consiste en la administración de levotiroxina sódica de por vida. La dosis de inducción es de 20 μg / kg (0.02 mg/kg) cada 12 horas por vía oral (o 0.5 mg / m2 cada 12 horas).
Los signos clínicos no dermatológicos como el letargo puede resolverse en pocos días, pero las lesiones dermatológicas pueden resolverse varios meses después de la administración de la droga.
Después de haber suplementado la levotiroxina durante 4 a 8 semanas o cuando los signos clínicos se hayan resuelto la valoración sanguínea de la concentración de T4T en suero (post-medicación) deberá ser medida aproximadamente 4 a 6 horas después de la administración para poder determinar si hay una concentración adecuada de la hormona en la sangre.
El autor típicamente apunta a un nivel de T4T en el rango normal – alto, o ligeramente por encima del rango normal.
La concentración de TSH canina en suero se debe normalizar con la terapia adecuada. Sin embargo no es el parámetro más útil para el control de la dosificación adecuada ya que esta técnica puede detectar a los perros hipotiroideos que están recibiendo menos dosis, pero no pueden distinguir entre los perros que se suplementan adecuadamente y los que están sobredosificados.
La tirotoxicosis (se asocia a PU / PD, pérdida de peso, jadeo, nerviosismo y taquicardia). Son signos poco frecuentes en los perros, debido al rápido metabolismo y excreción renal/hepática de las hormonas tiroideas.
Sin embargo en la mayoría de los perros hipotiroideos que reciben levotiroxina sódica con resolución de los signos clínicos el tratamiento se puede reducir la administración una vez al día (0.02 mg / kg o 0.5 mg / m2 por vía oral cada 24 horas) sin reducción de eficacia.
Debido a la naturaleza hereditaria de este trastorno, los perros con hipotiroidismo (o perros con resultados compatibles con tiroiditis linfocitica) se deben excluir de la reproducción.
Manon Paradis, DMV, MSCV, Dipl. ACVD,
Departamento de Ciencias Clínicas, Facultad de Medicina Veterinaria,
Université de Montréal, St-Hyacinthe, Québec, Canada.
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